sábado, 30 de junio de 2018

TÉCNICAS DE ANESTESIA INTRAORALES



TÉCNICAS DE ANESTESIA

La supresión de todo tipo de dolor es necesaria hoy día para realizar cualquier intervención extracción dental o Cirugía Bucal. Existen diferentes posibilidades para conseguir este objetivo; su selección dependerá básicamente de la magnitud del acto quirúrgico o extracción que se quiera efectuar y de las condiciones físicas y psíquicas del paciente.
El dolor se puede controlar de forma directa, es decir, eliminando la causa, o de forma indirecta bloqueando la transmisión de los estímulos dolorosos. En esta segunda opción deberán interrumpirse las vías nerviosas que transportan el estímulo a nivel central; esta interrupción puede efectuarse a diferentes niveles y con diversos métodos; en la práctica odontológica interesa que el efecto sea reversible, pero que permanezca como mínimo mientras dure el tratamiento.

De forma coloquial generalmente se habla de anestesia local o de anestesia general para indicar que el paciente estará despierto o dormido en el transcurso del tratamiento odontológico; puesto que actualmente disponemos de un amplio número de técnicas para conseguir el control del dolor.
De forma más precisa, puede hablarse de técnicas que mantengan, o no, consciente al paciente ya que mantiene la actividad respiratoria de forma automática, y que es capaz de responder racionalmente a preguntas y órdenes que se le hagan, es decir, que coopera con nosotros.

Existen dos técnicas de anestesia: locales y regionales

Locales:

Tópico
Anestésico de tipo éster, la más utilizada en odontología es la benzocaína, aplicar en la zona a inyectar para evitar dolor agudo.

Infiltrativa
El anestésico local se inyecta alrededor de las terminaciones nerviosas o de aquellas fibras nerviosas terminales que no son macroscópicamente identificables; es la típica anestesia local y recibe, de forma complementaria, otros nombres que responden al lugar donde se deposita el anestésico local.

Supraperiostica

El término de supraperióstica indica que el depósito de la solución anestésica se hace entre la mucosa y el periostio. Las técnicas supraperiosticas son:

-          Nervios alveolar superior posterior: inyectas en un ángulo de 45 grados entre el primer y segundo molar superior.
-          Nervios alveolar superior medio: inyectas en un ángulo de 45 grados entre el primer y segundo premolar superior.
-          Nervios alveolar superior anterior: inyectas en un ángulo de 45 grados entre el incisivo central y canino específicamente a nivel del ápice del lateral.

Subperióstica
Sobrepasamos el periostio. Debe infiltrarse lentamente para evitar  un despegamiento brusco y muy doloroso. No suele emplearse por ser muy dolorosa, traumática y favorecedora de la producción de alveolitis y necrosis de la fibromucosa a nivel palatino.

Interósea
En este caso la inyección se hace en pleno espesor de la medular del hueso maxilar; se efectúa en el hueso de la cresta alveolar, el principal problema que supone esta técnica es cómo, con una aguja, se puede atravesar un impedimento tan duro como es la cortical externa.
Intraligamentosa
La solución anestésica es inyectada en el espacio periodontal.

Intrapulpar
Es un recurso importante pero que requiere tener la pulpa expuesta; consiste en inyectar, con una aguja fina, una mínima cantidad de anestésico local dentro de la cámara pulpar o del conducto radicular.



Regional
También llamada troncular, actúa a nivel del tronco nervioso sensitivo o sus ramas secundarias. Zona anestesiada más extensa que la infiltrativa.
Maxilar superior: Infraorbitaria, nasopalatino y nervio palatino mayor.
Mandíbula: anestesia del nervio dentario inferior, nervio mentoniano, nervio lingual y nervio bucal.

Anestesia del nervio nasopalatino
Se inserta la aguja a través de la papila incisiva, 5 mm por palatino de los incisivos centrales superiores. La inyección será lenta y de escasa profundidad.

Anestesia del nervio palatino mayor
La punción se realiza a 10 mm del nivel del segundo molar superior, en un punto equidistante de la sutura palatina y el festón gingival.

Anestesia del nervio infraorbitario
Permite el bloqueo del nervio alveolar superior anterior y medio. Para acceder al foramen infraorbitario, se introduce la aguja en un ángulo de 90 grados, trazar una línea imaginaria entre los premolares superiores y la pupila del globo ocular.

Anestesia del nervio mentoniano
Inyectar a través del agujero mentoniano, que está situado entre los ápices de los premolares inferiores, la profundidad es de unos 10 mm, siendo útil la aguja corta.
Anestesia del nervio dentario inferior y lingual: el lugar de inyección será 1 cm por encima del plano oclusal, en el centro del trígono retromolar, la aguja se introduce desde los premolares contralaterales. Antes de inyectar siempre se tiene que aspirar. Una vez realizada la infiltración en el foramen de Spix, retiramos aproximadamente entre 0, 5 y 1 cm, depositando parte del anestésico, de esta forma se anestesia el nervio lingual.

Anestesia del nervio bucal
Infiltración en la mucosa yugal al nivel de la línea alba, introduciendo la aguja unos pocos mm.

COMPLICACIONES LOCALES

Dolor

El dolor a la inyección persiste como una frecuente fuente de ansiedad para algunos pacientes. Los anestésicos tipo amida, por ejemplo la lidocaina y la bupivacaina, son conocidos por su propensión a causar disconfort cuando son infiltrados.
El dolor durante la administración del líquido anestésico puede estar producido por diferentes motivos: la punción y lesión de un determinado nervio ocasionará un dolor que persistirá horas o días, el desgarro de los tejidos gingivales y sobre todo del periostio es causa de molestias postoperatorias de intensidad variable; estos dolores postanestésicos hay que distinguirlos de los dolores postoperatorios.

Rotura de la aguja de inyección

La rotura de la aguja de punción, en el momento actual, puede considerarse un accidente excepcional. La extracción tardía de una aguja rota que ha desaparecido en el interior de los tejidos, es dificil y se realizará siempre bajo control radiológico.
Se recomienda usar agujas de buena calidad, que el paciente no realice movimientos bruscos inesperados, utilizar una técnica correcta, no perder de vista el lugar de la punción, intentar extraerla cuanto antes, informar al paciente del accidente y en caso de no poder extraerla, enviemos al paciente al hospital, donde decidirán si conviene o no la extracción inmediata o por el contrario, diferirla. En cualquier caso, la extracción suele ser, por lo general, laboriosa.

Hematoma

A veces, durante la punción de la solución anestésica, se producen heridas vasculares y se desgarran vasos, aunque este accidente es poco frecuente. La simple punción de un vaso sanguíneo origina una salida de sangre de intensidad variable según la región inyectada y las características del paciente.

Parálisis facial
Cuando en la anestesia del nervio dentario inferior se ha penetrado con la aguja por detrás de la rama ascendente, se inyecta la solución en la glándula parótida. Con esto aparece una parálisis facial que durará tanto como la anestesia dure, aunque sin duda es un accidente alarmante para el paciente.
La parálisis puede ser inmediata o diferida; en el tipo inmediato la parálisis ocurre en los primeros minutos después de la inyección, recuperándose la función cuando han desparecido los efectos anestésicos, aproximadamente a las 3 horas o menos.
En el tipo diferido, el comienzo de la parálisis puede aparecer varias horas o varios días después de la inyección. La recuperación puede suceder después de 24 horas a 6 semanas dependiendo del grado de daño del nervio. La causa de la parálisis es la misma solución anestésica, por eso es recomendable saber las dosis máximas de acuerdo al tipo de anestesia y el número de cartuchos del paciente dependiendo del peso.

Accidentes oculares
Los accidentes oculares están relacionados con la técnica infraorbitaria, esto ocurre debido a la mala técnica utilizada y/o por el tipo de aguja innecesaria.

Inyección intravascular
La inyección intravascular es un accidente indeseable de la aplicación de la anestesia local; las reacciones adversas que sobrevienen a este método pueden ser graves.
Por el mismo motivo lo lógico sería aspirar para comprobar que no entra sangre en el cartucho antes de la administración del anestésico.

Complicaciones sistémicas

Los efectos sistémicos de los agentes anestésicos locales pueden dividirse en tres grandes categorías: toxicidad del medicamento, reacciones alérgicas y reacciones psicógenas. La gran mayoría de las reacciones sistémicas están relacionadas con los medicamentos o son de naturaleza psicogénica.

Toxicidad
A pesar de la gran seguridad que ofrecen estos fármacos, la mayoría de las reacciones adversas ocurren dentro de los dos primeras horas tras la inyección. Estas complicaciones cuando aparecen suelen ser debidas a sobredosis, a dosis terapéuticas administradas intravascularmente, o por el contrario, dosis habituales empleadas en pacientes muy sensibles. En Odontología, el número de reacciones adversas, particularmente reacciones tóxicas, es extraordinariamente bajo. Se recomienda no sobrepasar las dosis máximas de cada anestesico.

Reacciones alérgicas
Las reacciones alérgicas se dan principalmente con los anestésicos tipo éster (procaína, dibucaina, tetracaina) y van desde dermatitis hasta reacciones de respuesta anafiláctica, que cuando aparecen suelen ser de extrema gravedad.
Los signos clínicos más típicos son: eritema, prurito, urticaria o dermatitis exfoliativa, edema oral y facial.
Una cuarta parte de los casos cursa con distress respiratorio y posible muerte; puede haber convulsiones, síntomas gastrointestinales, shock y coma. Se debe sospechar que existe alergia si presenta algunos síntomas ya mencionados.

Medidas específicas:
Difenhidramina, 50 mg o más, oral o intravenosamente, con un máximo diario de 300 mg para los niños y 400 mg para adultos.
Otras medidas: ranitidina o cimetidina, albuterol, aminofilina, glucagon, glucocorticoides.

Reacciones psicógenas

Las reacciones psicógenas son, probablemente, las reacciones adversas más comúnmente asociadas con la administración de los anestésicos locales.
La fuente de este tipo de reacciones se encuentra en la ansiedad ante el tratamiento o la punción anestésica. Se le recomienda al paciente dos horas antes tomar 10 mg de diazepam.


 





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